Nekomata es un gato al que le creció otra cola y se convirtió en una criatura peligrosa y supernatural.
Un nekomata, también conocido como bakeneko o kaybio, es una criatura mitológica japonesa que se cree que evoluciona de los gatos domésticos. Se creía que cuando un gato llegaba a los cincuenta años de vida, su rabo empezaría a dividirse lentamente en dos, a la vez que desarrollaría poderes mágicos, principalmente aquellos relacionados con la nigromancia y chamanismo. Gesticulando con sus rabos o con sus patas delanteras (ya que caminaría erguido), los nekomata animarían y controlarían a los muertos. Los nekomatas, en entornos salvajes, se alimentarían de carroña proveniente de cuerpos muertos. No todos los gatos se convierten en nekomatas, sino que deben producirse ciertas situaciones, generalmente relacionadas con la alimentación del gato, como beber sangre humana, alimentarse de un cadáver humano o de una serpiente, etc. Por último, algunas historias del folclore japonés afirmaban que el nekomata podía alternar entre su forma original y otra apariencia humana. Aún así, al contrario que la más común nekomusume (mujer-gata), los nekomata hembra aparentaban ser más viejas, mostrar malos hábitos en público y tener siempre un halo de terror alrededor de ellas, que si estaba en contacto con la gente durante un largo período podría causar enfermedad y peste. No todos los nekomata son malvados; en algunas historias son leales y amables con sus propietarios.